sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Qué es leer?


       La lectura es un proceso de descodificación de lo que el escritor nos quiere expresar que está relacionado con lo que nosotros como lectores podemos, y queremos también, entender. Para ello, el lector se sirve de las facultades cognitivas de la interpretación, la comprensión, y la significación, teniendo en cuenta que el texto debe tener una estructura lógica, coherencia en el contenido y una organización.

     La lectura, que debe ser dinámica, necesita, por una parte, de un arquitecto, el escritor, que organice y haga coherente el texto y, por otro lado, de un receptor que otorgue significado a las construcciones de las palabras poniendo en juego sus conocimientos previos y sus capacidades intelectuales. Eso está claro, y podemos considerarlos, respectivamente, como factores ínsitos al texto y al propio lector. Pero, además, hemos de analizar otros elementos. No solo se trata de un individuo, el lector, y sus facultades, sino también de sus motivaciones, de sus estrategias y sus objetivos. Por lo tanto, se desprende que leer para aprender requiere algunas condiciones decisivas para que su proceso se pueda llevar a cabo de forma eficaz.

     El lector está atravesado por conocimientos anteriores dictados por su propia experiencia, por significaciones, por motivaciones, por prioridades y, junto a ello, por intereses, parámetros todos ellos relevantes en la comprensión lectora.

     Los propósitos que anteceden a la lectura son los que marcan el camino de las estrategias de la comprensión lectora, como también crean la paciencia indispensable para permanecer ante un texto de difícil comprensión, pero no porque el texto esté necesariamente mal confeccionado, sino porque posiblemente, o bien el lector no tiene los suficientes conocimientos previos que le faciliten la comprensión, o bien carece de la imprescindible motivación que debe guiar su aprendizaje.